Cartel Fiestas Patronales 2016

CARTEL DE LAS FIESTAS PATRONALES 2016 EN HONOR A SANTA MARÍA DEL ALCOR
Obra de Federico Jaime López
A continuación, dejamos la explicación de la obra en palabras del propio autor:
"El cartel está realizado en papel Hahnemühle blanco de 92 cm. de alto por 65.5 de ancho. Elegí este soporte determinado por las técnicas que iba a emplear, que son grabado al carborundo y óleo.
El motivo principal que articula la composición y sobre la que recae toda la atención es una fotografía antigua de la Virgen que forma parte del primer reportaje fotográfico que se le hace a la nueva imagen de Santa María del Alcor cuando llega a El Viso en el año 1939. En la misma destaca nuestra Patrona girada en tres cuartos, con el primer juego de coronas de plata, cetro y bastón de alcaldesa honoraria reposando sobre su manto. Esta fotografía tiene para mí un significado especial, pues la he conocido en mi casa familiar de siempre, conservada con ese mismo marco que represento en el cartel, un marco de madera con apliques de metal de estilo art decó, tan del gusto en la década de los años 30. Toda la pieza la guardaba con cariño mi abuelo Federico López Jiménez, que fue uno de los hermanos fundadores de la Hermandad en 1939. Ésta en concreto es la imagen que yo visualizo de nuestra Patrona, la que he asimilado desde pequeño, la que guardo en mi memoria, pero también es la que cualquier visueño puede encontrar en el zaguán de la casa de sus abuelos, en el dormitorio de sus padres, en los retablos cerámicos de patios y zaguanes, en las camas de los hospitales, en la cartera, en un almanaque…. En definitiva, es la materialización y la difusión de la advocación y la devoción a Santa María del Alcor lo que quiero llevar al cartel.
Tanto la Virgen como el marco están pintados al óleo, buscando en todo momento la integración de esta pieza con el fondo, persiguiendo una imagen intimista, bucólica, de recuerdo, de melancolía. He intentado recrear el tono original de la fotografía, en tonos sepias, ajustándome a la realidad y pintando la Virgen tal cual es, lejos de cualquier interpretación. Para ello, he buscado un tratamiento fresco de la pintura, sintetizando la imagen para buscar un efecto compacto, contundente y reconocible en el cartel –iconográficamente la Virgen sería reconocible sólo perfilando su silueta-, aunque omitiendo alguna parte de la talla buscando un efecto de foto deteriorada por el paso del tiempo. El cuadro se sitúa en el ángulo superior izquierdo, a sangre, con la intención de crear una composición arriesgada, dinámica, y, por tanto, más potente, tratando de llamar la atención del espectador. Conforma una diagonal con la tipografía del cartel, que pasaremos a comentar más adelante.
Como telón de fondo, recreo una huerta con la técnica de grabado al carborundo, lo que me ha permitido crear un paisaje más sugerente y evocador que descriptivo, sirviéndome de un color azul índigo que confiere a la estampa una suerte de crepúsculo, quietud e intimismo. Lejos de utilizar un lenguaje realista, aporto aquí mi obra más personal, a caballo entre la figuración y la abstracción, recordando mucho a los grabados que presenté en febrero en mi primera exposición individual en el Centro Cultural Convento de la Merced. De esta forma, combino en la misma obra elementos tratados de manera que sean claramente reconocibles, como es el caso de la Virgen, con otros más sensitivos y sugerentes que invitan al espectador a continuar el recorrido visual de la obra y descubrir otros aspectos de la misma.
Al hacer un repaso de muchas de las representaciones plásticas de nuestra Patrona, observaba que se vinculaba más con la vega que con el propio alcor; sin embargo, yo la relaciono con el frescor de nuestras huertas -sobre todo en el periodo estival de sus vísperas, donde, además, la huerta es punto de encuentro para organizar las fiestas-, con sus pozos y acequias por las que fluye el agua pura, los latones donde crecen los nardos y las buganvillas que se le ofrecen en sus días importantes, las naranjas y limones que adornan su carreta en cada romería, etc.
Además, está aquí presente la protección de nuestra Patrona que bendice nuestros campos y los colma de frutos, y su singularísima advocación “del Alcor”. Del mismo modo, la huerta en sí misma es símbolo de una de las letanías lauretanas (Hortus Conclusus-Huerto Sagrado), donde también he querido representar explícitamente otros símbolos de las letanías como son la palmera y el ciprés; la rosa y la azucena; y el agua pura de una acequia, y otros que se sugieren como son el sol, la luna y las estrellas.
Para la configuración de esta huerta, tomé apuntes y fotografías de la Hacienda Merrha y de la Huerta “Malojo”, a cuyos propietarios quiero agradecer desde estas líneas.
Un tercer elemento del cartel es la tipografía, las letras, que componen en diagonal con la Virgen, y que también están pintadas al óleo. Las mismas están bien definidas, pero tratadas, al igual que la Virgen, con transparencias, integrándose con el fondo y buscando en todo momento que no restaran protagonismo a la representación de la Virgen, a la que confiero visualmente todo el protagonismo. Para ello, he utilizado dos tipos. Predomina tanto en tamaño, color –anaranjado-, como por la personalidad del diseño de la letra, la leyenda “SANTA MARÍA DEL ALCOR”. Reivindico así la peculiarísima y muy antigua advocación de nuestra Patrona, siendo el texto más visible en la distancia. El tipo de letra que he usado –Stencil- se creó en el año 1937, dos años antes que la nueva imagen de nuestra Patrona, y se utilizó fundamentalmente para asuntos militares y para el transporte de mercancías, principalmente para indicar, mediante una plantilla, la palabra “frágil”. Esto me sirve para recrear algo que pudiera haber sido cierto, la posibilidad de que en 1939 la Virgen viniese en un cajón en el que se indicara la fragilidad de lo que contenía con ese mismo tipo de letra o, por qué no, imaginar que pudiese venir en el embalaje el propio nombre de Santa María del Alcor con esa misma letra, pues su advocación ya existía desde hace siglos. Para el resto de la información utilizo una letra de aires art decó que enlaza con el marco de la foto, utilizando en este caso un color grisáceo neutro. Para “2016” empleo un tono magenta que combina y contrasta con el anaranjado de las demás letras. Por otra parte, indicar que establezco un juego con “El Viso”, que comparte “del Alcor” con “Santa María”, uniendo física y conceptualmente la vinculación de advocación y pueblo con el espacio geográfico donde se sitúan.
Abreviando, he intentado crear, ante todo, un cartel. Potente en su composición y discurso, pero silente, íntimo, emotivo y espiritual en los elementos que la componen y en el concepto que lo envuelve. Una obra que tiene como hilo conductor la devoción a Santa María del Alcor y su estrecha relación con la tierra donde se asienta, prescindiendo para potenciar este mensaje de todos los elementos de la fiesta. En mi opinión, la fiesta puede –y de hecho, así es- cambiar según las modas y alterarse según los tiempos, pero la devoción a nuestra Patrona siempre permanecerá.
He intentado hacer un cartel coherente con mi trabajo y con mi forma de entender la fiesta y la devoción a Santa María del Alcor.
A su vez, es un homenaje a todas las personas que fundaron la Hermandad, en general, y en particular, a mi abuelo Federico, por la circunstancia que ya cité al principio.
Finalmente, quiero agradecer a la Hermandad de Santa María del Alcor y San Pedro Nolasco por confiar en mí para la realización de este cartel."
Federico Jaime López
Julio de 2016.




Algunas imágenes del acto:









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